Los dos estamos perdidos en un barco sin destino, navegando en lo prohibido atrapados en los mares de pasion, perdidos entregados sin medida, en silencio y a escondidas esperando aque amanesca en nuestra tierra prometida.
Hay que encontrar el camino a nuestra felicidad y en donde nadie nos diga a quien tenemos que amar, libraremos a los corazones que hechemos a volar.
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